Artículo publicado en Arquitecturaviva.com el 15 de febrero de 2012
Dentro de las actuaciones del plan Madrid Río, que comenzaron en 2004 con el soterramiento de la M-30, el Parque de Arganzuela ha visto triplicada su superficie, convirtiéndose en una zona verde de más de 230.000 metros cuadrados en torno al Manzanares. Inspirándose en las formas curvas del río, el equipo de Carlos Rubio y Enrique Álvarez-Sala junto a Burgos & Garrido, y Porras & La Casta, ha construido un Centro de Interpretación que busca integrarse en el diseño del parque y que aprovecha su situación semienterrada para disminuir el consumo energético mediante recursos naturales —ventilación natural, cubierta vegetal para un mayor aislamiento y una gran marquesina para la protección solar—; el edificio aprovecha además el agua de lluvia y la energía solar. Un vestíbulo de acero lacado con tratamiento de cera da acceso al centro, en cuyo interior se desarrolla un espacio expositivo diáfano de grandes luces cubierto por un falso techo de patrones sinuosos. También en Arganzuela, próximo al complejo cultural Matadero, Rubio y Álvarez-Sala han diseñado una nueva comisaría para la Policía Municipal, un edificio de carácter longitudinal formado por la macla de dos volúmenes con un voladizo y un alero que marca la entrada. Una doble piel de vidrio y chapa perforada hace posible minimizar el consumo energético; una cornisa corrida dispuesta en todo el perímetro actúa como visera de protección solar.
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Rubio & Álvarez-Sala
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